Unos 1.500 argentinos se tomaron hoy Copacabana, la playa más conocida de la ciudad brasileña de Río de Janeiro, en un "banderazo" convocado por las redes sociales en vísperas del partido en que la selección de Lionel Messi debutará mañana frente a Bosnia en el estadio Maracaná.

Pese a que el acto de apoyo de los aficionados argentinos a su selección transcurrió pacíficamente, la policía tuvo que utilizar aerosoles de pimienta para impedir que los más animados bloqueasen la Avenida Atlántica, que es el paseo marítimo de Copacabana.

La policía también tuvo que obligar a un grupo de aficionados a bajarse del techo de un autobús en el que bailaban, saltaban y gritaban.

Los aficionados, en su mayoría vistiendo la camisa de su selección, exhibiendo banderas argentinas y de diferentes clubes y animados por numerosos tambores, entonaron varios coros y principalmente músicas para provocar a los brasileños, que tan sólo observaron la improvisada fiesta montada por los vecinos en su playa preferida.

"Brasil, decime que se siente tener en casa a tu papá. Y juro que, aunque pasen los años, nunca les vamos a dejar olvidar que el Diego Maradona los gambeteó, el Canni los vacunó. Están llorando desde Italia hasta hoy. A Messi lo vas a ver. La Copa nos va a traer. Maradona es más grande que Pelé", decía la principal música.

La multitud, entre la que sobresalían personas disfrazadas del papa Francisco, protagonizó una animada fiesta por la tarde y montó su propio desfile en la ciudad con uno de los carnavales más famosos del mundo.

"¡Si señor! Volveremos, volveremos, volveremos otra vez. Volveremos a ser campeones como en el 86", decía otro de los refranes.

Los argentinos se concentraron frente al puesto de salvamento número 4 del paseo marítimo de Copacabana, por el que pasaron varios autobuses con banderas en todas sus ventanas y numerosos vehículos con matrícula argentina.

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