El momento de Óscar

EFE
07/07/2014 às 10:03.
Atualizado em 18/11/2021 às 03:17
 (Jefferson Bernardes)

(Jefferson Bernardes)

Teresópolis - La lesión de Neymar ha alterado notablemente el ánimo de la selección brasileña y le ha impedido disfrutar su pase a semifinales por primera vez en doce años.

Falto de un ataque fluido y consistente, Óscar dos Santos es el elegido para resolver el atasco de un equipo afectado aún por la partida de su gran estrella.

La 'canarinha' entregará el martes al joven mediapunta del Chelsea la dirección ofensiva de un equipo que ha alcanzado las semifinales sin desplegar un buen fútbol, criticada en su país por abandonar el 'jogo bonito' y reforzar su ya competente línea defensiva con centrocampistas de contención (donde Luiz Gustavo, imprescindible para Luiz Felipe Scolari, actúa prácticamente como un defensor más).

Los numerosísimos periodistas brasileños congregados en la Granja Comary no adivinan todavía si será Bernard, Willian o incluso Ramires el sustituto del '10' en el once inicial.

Dos cosas parecen, sin embargo, seguras: Scolari seguirá apostando por el cuestionadísimo Fred como delantero centro y Óscar saldrá de la banda para ocupar una posición más central en el césped del estadio Mineirao.

El dorsal 11 es considerado por su seleccionador "uno de los mejores futbolistas del mundo". Su condición de titular fue puesta en entredicho por la prensa al comienzo de la Copa por el pobre papel realizado en los dos amistosos previos al inicio del campeonato.

Distraído al parecer por el nacimiento de su primer hijo, el cuerpo técnico le autorizó a abandonar la concentración para conocer al bebé.

Óscar volvió sonriente a Teresópolis y marcó un gol definitivo para doblegar la resistencia croata en el partido inaugural del torneo (3-1, en Sao Paulo).

Parecía una señal excelente. Pero el espigado volante de creación no ha vuelto a emitir señales de su indudable talento desde entonces.

Escorado hacia la banda (preferentemente derecha, aunque alternándose con Hulk) para equilibrar un esquema centrado en la desequilibrante libertad de Neymar, apurado por la obligación de vigilar al lateral rival, ha jugado todos los partidos de titular sin brillar en ninguno de ellos.

Cuando se especulaba ya incluso con la entrada de un sustituto que aportase algo nuevo, la fractura vertebral del ídolo local le coloca de nuevo en el centro de todas las miradas.

La tragedia personal de Neymar quiere ser usada por el seleccionador para reforzar a un grupo desgastado por la carga emocional de terminar, 64 años después, con la maldición del 'Maracanazo'.

Óscar es llamado a asumir un nuevo papel de liderazgo y llenar el vacío del 'crack' del Barcelona en un equipo lastrado por una inusual falta de talento creativo en los treinta metros finales; en Belo Horizonte tendrá la oportunidad de contrarrestar el renovado gusto de la selección alemana de Joachim Löw por la posesión del balón.

El '11' muestra hasta ahora cierta tranquilidad: "Alemania sabe que nuestra selección no es sólo Neymar", afirmó el sábado el jugador del Chelsea.

"Saben que jugamos muy bien colectivamente. Debemos jugar igual que contra Colombia", añadió, atenuando el peso de la responsabilidad personal.

No importa ahora quién reemplace a Neymar. Óscar tendrá que dar un paso al frente y justificar su prestigio internacional en un duelo colosal que podría abrir a Brasil las puertas de una final soñada y, pase lo que pase, legendaria.

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